Paliativos antes que eutanasia

A raíz de la celebración del XII Congreso Internacional de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos los días 7, 8 y 9 de junio en Vitoria-Gasteiz, donde la SECPAL reclama una apuesta decidida por la universalidad de los Cuidados Paliativos como un derecho humano, me sugiere hacer alguna reflexión sobre el final de vida hacia al cual todos vamos caminando.

En estas últimas semanas, los medios de comunicación se han hecho eco del pleno del Congreso donde se debatió la toma en consideración de una proposición de ley del Parlament de Catalunya para reformar el Código Penal y despenalizar la eutanasia y el suicidio asistido.

El cómo afrontar, desde un proceso de enfermedad muy avanzado, el último tramo del recorrido existencial es de vital importancia. El poder vivir de la mejor manera posible esos días antes de llegar al final debería ser un objetivo social de máxima prioridad, donde la administración sanitaria y los profesionales de la salud tienen una responsabilidad básica para llegar a lograr dicho objetivo.

La buena, la excelente atención asistencial en esos momentos de final de vida debe ser universal y llevada a cabo por un equipo multidisciplinar de Cuidados Paliativos, con la implicación activa de médicos, oncólogos, psicólogos, asistentes sociales, con arteterapia, musicoterapia, risoterapia, con voluntarios, …

Por lo tanto, creo que antes de llegar a incidir sobre la muy complicada cuestión de la eutanasia y del suicidio asistido, lo que corresponde, antes de nada, es asumir el deber fundamental de dar al enfermo la mejor atención y los mejores cuidados para que pueda marchar sin ningún dolor físico innecesario y con el menor sufrimiento emocional posible. Y esto lo puede hacer realidad una auténtica Unidad de Cuidados Paliativos. No creo que haya trabajo más importante, más digno y más amoroso que el de ayudar al enfermo a bien morir. Qué importante es que el paciente perciba todas esas atenciones en un momento de gran incertidumbre y transcendencia para él. ¿Existe algo más noble que poder facilitar el tránsito a una persona que tiene que marchar? No caben excusas de ningún tipo, y menos las económicas.

Al mismo tiempo, este equipo de Cuidados Paliativos hará, también, una gran labor terapéutica, humanitaria, tratando de ayudar a los familiares del paciente a gestionar la pena por la situación del enfermo y por la pérdida de un ser querido.

Espero que esas jornadas del XII Congreso de la SECPAL, celebradas en Vitoria-Gasteiz, sirvan para lograr una mayor sensibilización en la sociedad, en las administraciones y en los profesionales sanitarios sobre la urgente e imperiosa necesidad de la creación de Unidades de Cuidados Paliativos en todos los centros hospitalarios, bien equipadas tanto material como profesionalmente.

No es de recibo, bajo ningún pretexto, que actualmente más de 75.000 personas siguen muriendo cada año en España sin acceso a una atención específica que podría haber reducido el sufrimiento de los  enfermos y el de sus familias, según destaca el Dr. Rafael Mota, presidente de la SECPAL.

 

Francisco Javier Orteu Camp, voluntario en Unidad de Cuidados Paliativos.

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